jueves, 9 de mayo de 2013

Salvemos RNE

Hoy he asistido a una asamblea de los compañeros que realizan la información de Radio Nacional de España. Me ha llenado de satisfacción la exigencia unánime de una radio pública de calidad y al servicio de los ciudadanos con la credibilidad y aceptación de la que hacía gala hasta hace muy poco tiempo.

No se trataba de si gano mucho o poco, de si tengo más o menos trabajo, se trataba de reivindicarse como profesionales que saben, y lo han demostrado hasta hace meses, producir información radiofónica al servicio de la ciudadanía.

Se ha hablado de marketing y publicidad de determinadas situaciones (por no decir propaganda) o informaciones, y por tanto un tema importante ha sido como protegerse ante las directrices de directivos que atentan contra los derechos de los profesionales de la información. También se ha hablado y mucho del nuevo proyecto de R5 que ha sido muy criticado, por la falta de medios, por lo deslavazado del mismo, por la falta de criterio y la escasa participación de los profesionales en su desarrollo.

Se ha criticado al equipo directivo, no por tener una u otra ideología sino por el desplome de audiencias que en pocos meses ha dejado a RNE con uno de sus peores resultados de todos los tiempos, que supone un menor servicio de RNE, y por ende un cuestionamiento del modelo y de la empresa pública de radiodifusión

Creo que los trabajadores debemos generar expectativas, ilusionar a la gente y seguir en la senda de democratizar nuestra empresa y por ello me gustaría lanzar la siguiente propuesta que debemos valorar y si estamos de acuerdo impulsar.


En CRTVE se debería estudiar, debatir y si se encuentra el adecuado consenso impulsar órganos colegiados, representativos, profesionales y democráticos que gestionen la edición de los informativos. Podemos llamarlos Comités o Consejos de Edición donde participen profesionales elegidos por sus compañeros junto a miembros designados por la dirección que colegiada y democráticamente adopten criterios y tomen decisiones sobre la información que va a ser emitida.

Seguro que enseguida alguien pensara que somos auto-gestionarios, otros que no nos pagan por tomar decisiones, que eso es una utopía, etc. Yo digo que para recuperar la credibilidad, que para mover el foco puesto sobre los trabajadores de RTVE como privilegiados, que para avanzar hay que tener amplitud de miras.

Solo con una empresa de referencia por su gestión, por sus formas de hacer, por su productividad, por su talento y por su democracia interna será acogida con buenos ojos por la ciudadanía en estos tiempos de crisis donde los "sacrificios impuestos" se venden con mucho marketing por los gobiernos de turno.

En CRTVE podemos pasar a la historia como aquella empresa de comunicación pública que desapareció en la gran crisis de comienzos del siglo XXI o como la primera empresa de comunicación en el mundo de habla hispana que se democratizo profundamente al servicio de los ciudadanos.

Esta es una apuesta que si nos la terminamos creyendo podría, algún día hacerse realidad, como se han hecho otras (consejos de información, mesa de producción, fondo de pensiones).

Sin prisa pero sin pausa.