martes, 12 de marzo de 2013

El sobrepeso de CRTVE


Lamentablemente, volvemos a tener que hablar del modelo y del papel que debe jugar CRTVE en la sociedad española. Sin Contrato-Programa, sin financiación estable, sin el cumplimiento de las encomiendas de servicio público que hace la ley, sin un Plan Estratégico de Empresa y si un PLAN DE PRODUCCIÓN, la radio y televisión pública estatal no tendrá futuro, se irá consumiendo entre los manejos de sus gestores. CRTVE debe ser una empresa de referencia en el sector audiovisual, y en la gestión de la “cosa pública”. Este el reto y para ello se debe profundizar en la democratización de la empresa, aunque se hayan dado algunos pasos atrás, con la llegada de este gobierno.

Una vez más las elites dirigentes ponen a los trabajadores en la encrucijada. En el convenio del “susto o muerte” recientemente planteado, donde derechos laborales de décadas de negociación son esquilmados en base a criterios economicistas, es decir, ahorramos en salarios 35 millones de euros, sin compromisos de empleo, ni de financiación, ni de producción, con el único razonamiento que comprar programas para contener la sangría de audiencia abierta con la falta de credibilidad informativa propiciada por la nueva dirección ¿Ese es su plan? Evidentemente si los dejamos, perderemos la audiencia, los derechos laborales, el servicio de comunicación público y la dignidad como personas. Ellos mañana destrozaran otra empresa, organismo público, o vaya usted a saber qué, son insaciables e incontrolables en su carrera hacía delante.

Si se quiere ahorrar a todos se nos ocurren muchos sitios donde hacerlo, y mucho más dinero del que plantean, y seguramente con los mismos o mejores resultados de audiencia. La respuesta es fácil, planificar la empresa para producir internamente más, con los mismos costes, recuperar la credibilidad social, el servicio al ciudadano, entre otras cuestiones. Pero ¡No! Que va, mejor lo hace … por el 15%, en el mejor de los casos, de beneficio industrial, … que pagan los trabajadores.

Todos conocemos a alguien que primero le bajaron el sueldo, luego le aumentaron la jornada, más tarde le dejaron sin derechos, y finalmente le echaron a la calle, con una patada al mejor estilo de la reforma laboral. Quieren pagarnos el despido con lo que ahorran en sueldos, ya lo propusieron en la reforma laboral con la creación de fondos para ello, y abaratándola tanto que más que despedir, escupen.

Esto es lo que plantean en CRTVE, desregularizar para más tarde aligerar puestos de trabajo, como si el sobrepeso fueran esos molestos trabajadores y sus cargas familiares. El sobrepeso que ha ido padeciendo endémicamente RTVE son los malos gestores. Los transeúntes apadrinados que circulan de cargo en cargo para hacer curriculum diciendo a sus padrinos a todo que si, y aplicando desde sus poltronas hojas de ruta que rezuman vileza e indignidad.

La demagogia consiste en el arte de decir lo que el otro quiere escuchar y hacer lo que te convenga. Donde queda la apuesta por la producción propia, por la transparencia, por la eficiencia en la gestión, por crear una RTVE fuerte y de referencia. Palabras huecas que se repiten, pisando moqueta, hasta la saciedad y que a día de hoy no se han traducido ni en el cumplimiento de la ley.

Detrás de todos los recortes, reformas laborales, pérdidas de derechos no hay más que la ideología de la superioridad por quien las aplica, y humillación por quien las aguanta como un imponderable. Yo no sé si podré explicar a mis hijos y nietos esta etapa tan ruin de la historia de nuestra sociedad, aun que todavía confío en que cada uno en su empresa, en su pueblo, en su barrio podría cambiar la letra a esta canción.