domingo, 18 de abril de 2010

El marco del futuro de RTVE

El futuro de RTVE no se resuelve con una negociación, ni se ha resuelto con las nuevas leyes promulgadas. En RTVE deben cambiar los estados de animo, las formas, la motivación y las ideas. Debe mejorar la confianza, la credibilidad, la transparencia y la autoestima. Un proceso lento pero sin el cual no habrá futuro, esta es una empresa muy deteriorada durante muchos años y particularmente en el seno de su actividad durante los últimos tres.

Al inicio de las movilizaciones en RTVE nos encontrábamos con un tejido productivo interno resquebrajado, con trabajadores desmotivados en un estado de indolencia, con directivos externos que vienen a hacer curriculum y a ganar el favor de sus antiguas empresas, con un Consejo de Administración reformado pero inoperante atado a sus compromisos políticos.

La movilización ha conseguido animar e involucrar a los trabajadores, alarmar a la dirección de la empresa, implicar al Parlamento y hacer reaccionar al Consejo de Administración. Las huelgas, las manifestaciones, las concentraciones, los encierros y todas aquellas protestas que han realizado los trabajadores no son un fin en si mismo, son el medio que tenemos la clase trabajadora de reivindicar nuestros derechos, de defenderlos y alcanzar una negociación justa y digna. Sin embargo, los sindicatos corporativos y otros minoritarios de RTVE están haciendo del descontento de los trabajadores un objetivo. Sin ningún tipo de responsabilidad están intentando llenar las arcas electorales, en el interno de la empresa ante la fusión de sociedades que les coloca en el disparadero, y el externo de la empresa con su subordinación a determinadas fuerzas políticas que aspiran a gobernar en el país y por tanto dirigir RTVE. Aún es más, con la peor de las desfachateces se atreven a convertirse en los adalides de los trabajadores sin el refrendo legitimo de las urnas, incluso a pedir la dimisión de los Consejeros nombrados por el Parlamento a propuesta de los sindicatos de clase. Habría que pedir la dimisión del Consejo de Administración por su inoperancia y pasividad, pero de todos los Consejeros incluidos los que soportan y facilitan la información de la que hacen gala determinados sindicatos en RTVE.

La negociación mantenida por UGT y CCOO con la dirección de RTVE tampoco supone el fin de los problemas de nuestra empresa, es el comienzo de las soluciones, la posibilidad de favorecer el cambio que todos deseamos y allanar nuestro futuro. Entre todos decidiremos que camino seguir, eso es un ejercicio de responsabilidad y democracia.