jueves, 26 de mayo de 2011

Reflexiones sobre el sistema de clasificación profesional y su negociación en convenio

El sistema de clasificación profesional sitúa y dota de identidad laboral a cada uno de los trabajadores de una empresa. Se trata de un mecanismo altamente relevante de organización laboral con serias implicaciones personales, incluso emocionales.

En RTVE adolecemos de un verdadero sistema de clasificación profesional, gracias a los acuerdos parciales del XVII Convenio Colectivo. La perdida de la carrera profesional, la diversificación de funciones, la perdida de la especialización y la ambigüedad de un sistema reduccionista sin concretar, han ocasionado un colapso profesional que hace mella en los trabajadores, disminuye la calidad del producto final y entorpece las relaciones laborales.

Somos muchos los que pensamos que es absolutamente necesario desarrollar un nuevo sistema de clasificación profesional que además de poner el foco en la titulación necesaria, se prime la especialización y se valoren capacidades como la autonomía y la responsabilidad, entre otras. Es necesario ofrecer a los trabajadores medios para la reconversión profesional y la promoción, en base a desarrollos adecuados de las distintas carreras profesionales posibles.

Durante las reuniones, en las que he participado, con distintos grupos profesionales, me ha llamado la atención el gran interés que suscita la ubicación y descripción de las categorías profesionales, así como sus posibilidades de desarrollo y promoción en el tiempo.

Muchos trabajadores se sienten infravalorados, desubicados y maltratados profesionalmente. Algunos incluso no saben que tareas tienen que realizar en virtud de las nuevas categorías profesionales, contenedores de funciones de distintas profesiones. Otros hacen notar los agravios comparativos que el tiempo ha ido generando en sus puestos de trabajo, en cuanto al reconocimiento profesional se refiere.

Creo que se debería aprovechar la oportunidad que nos brinda la negociación de un nuevo convenio para solucionar uno de los peores problemas laborales que tiene esta empresa.

Creo que es una buena idea crear una mesa permanente y paritaria de clasificación profesional (mesa viva y dinámica que pueda abordar entre convenios los problemas que vayan surgiendo) pero derivar toda la negociación del nuevo sistema hacía esa mesa podría ser una trampa, si no se marcan los criterios básicos para luego trabajar. Evidentemente, pondríamos en manos de las mayorías que se pudieran configurar tras las elecciones un instrumento para ahondar la herida que produjeron los acuerdos parciales del XVII Convenio Colectivo.