jueves, 16 de agosto de 2012

Decir una cosa para hacer la contraria

La moda recientemente instalada en nuestro país de decir una cosa para hacer la contraria, con un importante índice de aceptación a tenor del escaso rechazo social mostrado, tiene su más afinado maestro en nuestro egregio Presidente, el señor Rajoy. Sus discípulos, ministros de reputada solvencia, evidentemente no en lo económico, se afanan por aplicarla y adoctrinar a las bases, dirigentes todas ellas, faltaría más, de secretarías, subsecretarías, direcciones generales, generales sin dirección, administraciones varias, variados gabinetes y empresas públicas muy por lo particular, en lo que podríamos considerar una impúdica empresa.

Este arte de pregonar bajadas generalizadas de impuestos para subir por lo menudo el IRPF y el IVA, de incentivar el despido para fomentar el empleo, de buscar la excelencia educativa con menos profesores y las aulas rebosantes, de consolidar la sanidad pública privatizándola, de bajarnos el sueldo para recuperar el consumo y la economía del país, se está convirtiendo en el deporte nacional, una vez terminada la Eurocopa y los Juegos Olímpicos. Eventos deportivos que muestran, a las claras, la idiosincrasia de este país de ricos y pobres, cada vez más de esto último.

En RTVE, alumnos muy aplicados han demostrado durante este verano su capacidad a la hora de proclamar una radio y televisión más independiente y plural, mientras los informativos y programas desaparecían en aras de la glorias deportivas por llegar, mientras los telediarios abrían con olas de calor, incendios y sucesos, y los Urdangarín de turno desaparecían, la prima de riesgo sube y baja sin parar pero ya debemos de habernos acostumbrado, los cuatrocientos euros casi no se renuevan, el Alcalde de Marinaleda… ¿De dónde?, y los recortes, perdón ajustes, ya no tienen mayor importancia.

En otra demostración de sus nuevas habilidades proclamaron el fomento de la producción interna y los profesionales de la casa, y como no podía ser de otra manera, los estudios están parados, se repite hasta Curro Jiménez, por enésima vez, con la infeliz coincidencia de la muerte de su protagonista, y sobre todo, trayendo profesionales de lo privado para hacer más pública la televisión de todos, es de libro.

Lo mejor está por venir, el reto es el siguiente, han dicho que quieren una “RTVE más fuerte y de mayor calidad”, para ello han contado con profesionales de la era Urdaci y destacados gestores de la credibilidad y calidad alcanzada por Telemadrid. El resultado puede ser de diploma de honor y lo mejor en tiempo record.

Menos mal que en su "hoja de ruta" no hay despidos. Ya me he liado.

A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. Menos mal que esta frase es de hace casi 2000 años que sino no sabría a qué atenerme.