La política de hechos consumados dejara una RTVE raquítica reducida a poste emisor de de programas adquiridos al amigo de turno e informativos al pairo del gobierno de turno.
La coyuntura económica, es decir la crisis sirve para justificar casi todo. El cierre de Buñuel para eliminar unos escasos gastos de mantenimiento, que previsiblemente serán cubiertos en el primer alquiler de un estudio para hacer no se sabe qué, es una fea artimaña para justificar la cada vez más escasa producción propia interna. Si tener recursos técnicos supone un problema a la hora de reducir la producción lo que hay que hacer, habrán pensado las cabezas pensantes de RTVE, es eliminar recursos.
Sin Buñuel RTVE esta abocada a no producir programas musicales o concurso de mediana emvergadura, ni programas informativos espectaculares. ¿Dondé se hara Tengo una pregunta para usted o los Especiales Elecciones? ¿A qué amiguete alquilaresmos el estudio para hacer los programas navideños? ¿Dondé metemos el decorado de 59S que no cabe en ningún otro plató de Madrid?.
Decir que Buñuel esta obsoleto para fortalecer su propuesta de cierre, es otra falacia por no decir otra cosa. Los trabajadores han tenido la determinación de digitalizar estos estudios a pesar de la oposición de muchos directivos de RTVE, incluidos los de ingeniería.
Si los trabajadores permitimos el cierre de Buñuel sentamos las bases de una producción propia interna acorde a las expectativas de la dirección y que pone en peligro a medio plazo los puestos de trabajo relacionados con la producción de programas no informativos en Madrid. Sobre todo por qué la mayoría de estos programas se emiten en La 2 y alguien ya se ha encargado de llevarse casi todo a Barcelona y las oportunas productoras.
