miércoles, 26 de octubre de 2016

Mejor un plan de empresa.

Empieza a ser preocupante que haya algunos directores, del más alto nivel en RTVE, vayan trasladando la idea de que estamos al cien por cien, que ya no podemos hacer más, ni por medios técnicos, ni por humanos. Sobre todo cuando estamos realizando la producción interna más baja de todos los tiempos, muy por debajo de lo que nos demanda la ley.

Alguien dijo alguna vez “Querer es poder” o “Hace más quién quiere que quién puede”, y las dos aseveraciones son muy certeras y aplicables en RTVE. Voy a tratar de explicarlo.

RTVE debería cumplir con la ley que marca a través del Mandato-Marco las encomiendas de servicio público, las modalidades de producción y las cantidades de cada una que se deben realizar. Si alguien dice que con 6400 trabajadores de plantilla objetivo y suficientemente financiada, no se puede cumplir con lo que mandata el Estado a RTVE, tendría que explicarlo.

Ahora bien si no se cumple con la ley, y quien debe controlar que así sea lo permite, es decir el gobierno de la nación, empezamos a tener un problema. Y ¿Por qué lo permite? Podríamos pensar que no quiere poner los medios, así ahorra dinero. O que no le interesa una RTVE que cumpla con sus obligaciones. O que no le gusta el modelo público. Bueno, bien ¡Qué lo diga! Discutámoslo.

Para poder cumplir la ley, primero tendríamos que tener un plan estratégico, un plan de empresa, o algo parecido a medio plazo. Si no existe será porque no quieren. También tendríamos que tener una plantilla suficiente, no parece que 6400 personas sean pocas. Muchos pensamos que se puede producir lo que demanda la sociedad con ella. El problema es que la dirección ha conseguido que tengamos una plantilla desilusionada, envejecida y desequilibrada, y sobre todo una plantilla en activo bastante menor a la reconocida. Desilusionada porque no vemos el fruto de nuestro trabajo, no se provoca la implicación en los objetivos, ni la carrera profesional, se desprecia nuestras iniciativas e ideas, no se produce el reconocimiento necesario al esfuerzo, no hay participación de los trabajadores, y se nos recortan los derechos. Una plantilla envejecida por la falta de renovación y rotación de la misma. Desequilibrada, primero por los estragos del último expediente de regulación de empleo, y a consecuencia de los puntos anteriores sobre todo en las unidades con mayor estrés productivo, segundo por la falta de un plan de producción y de recursos humanos que acomode la plantilla a las necesidades. Bastante menor porqué se amortizan puestos, no se cubren las bajas, ni siquiera las de maternidad.  Y cómo consecuencia de ello hay serios problemas en departamentos línea de nuestra producción, cómo es el de operadores de cámara.

Tenemos una organización empresarial arcaica, desnortada, muy vertical, muy jerarquizada, poco participativa, muy grande y con duplicidades. Funciona como islas inconexas. Esto provoca perder recursos efectivos para la producción, que los objetivos y ordenes se diluyan con el ruido en la cadena de mando, que los puestos de responsabilidad no sean ocupados en muchos casos por los mejores profesionales, que los puestos de trabajo no estén engrasados y ocupados por los perfiles idóneos, y finalmente que los trabajadores y trabajadoras no rindan como sería deseable. Al final siempre vendrá alguien a decir que con este Convenio Colectivo tan rígido no se puede hacer más, lanzando balones fuera.

Si sumamos a lo anterior la drástica caída de recursos materiales y económicos, tenemos la tormenta perfecta. Instalaciones y medios de producción vendidos, otros cerrados por mala gestión, equipos obsoletos, algunos inutilizados o no utilizados, otra vez por la falta de un autentico plan de empresa que determine que se necesita, cómo se actualiza y cuando se renueva. También tenemos que poner en esta parte de la balanza que para producir programas en el interno no hay ni un euro, lo poco que queda tras los recortes se va en la compra de programas y el pago a productoras privadas.

Alguien pensara ¡Claro, así no se puede! Bien, pues yo diría que eso es así porque no se quiere. No se quiere planificar ni lo que debemos hacer, ni cómo hacerlo, no se quiere poner los medios, y no se quiere organizar correctamente una verdadera fabrica de producción de programas audiovisuales. Y perfectamente podríamos pensar que no se quiere cumplir la ley.

También podríamos suponer que ahora alguien “quiere”, porque  la dirección nos propone un Plan de Mejora de la Producción. Para ello se dedica a “ver”, y digo ver porque no parece un análisis muy sistemático, cómo se trabaja donde todo está externalizado; en Antena3, en Tele5, o en Radio Melilla ¿Seguro qué es para un plan de producción interna? Buscan los “cuellos de botella” de nuestro sistema para decidir que se hace fuera o dentro, aunque no parece que tengan la intención de arreglarlos. Y lo peor, se hace a espaldas de los trabajadores, aunque lo presenta en la Comisión de producción cómo una magnifica iniciativa.

Lo que necesitamos es un plan de empresa. Donde se concreten objetivos de programación y producción, se dote presupuestariamente la fábrica, se organicen y rentabilicen correctamente los medios existentes, se fortalezca la organización con mayor participación y reconocimiento de las capacidades de sus trabajador@s y se produzca una gestión orientada a la eficacia y eficiencia de los recursos internos con una cadena de mando con objetivos claros.


Si quieren de verdad, las cosas se deben hacer bien; con los que saben, con todas las partes, y con transparencia ¿A que tienen miedo? ¿Hay algo que ocultar?

sábado, 15 de octubre de 2016

¿Por dónde empezamos?

Una sensación pusilánime, de indiferencia, de abatimiento, desmotivadora se cierne sobre los trabajadores de RTVE durante los últimos años. Hemos dejado pasar el tiempo como si no pasara nada. Me incluyo, y debería ser hora de despertar. Por ello, escribo estas líneas después de haber abandonado este foro durante año y medio.

En nuestra disculpa podríamos decir que hemos estado ocupados en decidir nuestro voto y llevarlo a la urna durante este tiempo al menos cuatro veces, que hemos estado ocupados en analizar la crisis institucional de este país, que hemos estado "ojipláticos" contemplando la orgía de corrupción que asola a España, y que a fecha de hoy no se ha resuelto ni lo uno ni lo otro, y que todavía podríamos acudir de nuevo a las urnas en breve. Bien es cierto que a consecuencia de esto RTVE tiene una dirección en funciones, y que parece todos esperamos más las soluciones para nuestra empresa desde un cambio político.

Este período de "calma" ha llevado a nuestra empresa a un pozo desde donde será difícil remontar. Se ha agravado una crisis donde hemos perdido un tercio de la financiación pública, otro tercio de capital social, y estamos a escasos millones de una nueva reducción. También hemos perdido algo más de un tercio del valor patrimonial de la empresa, primero por la devaluación del mismo y segundo por la venta de buena parte de este. Hemos entregado derechos laborales conquistados antaño. Las cuotas de audiencia son las más bajas de nuestra historia, más de un tercio, y nuestra credibilidad por los suelos, gracias a la utilización partidista acentuada en periodo electoral. Y estamos inmersos en una pérdida sistemática de la producción, hemos reducido nuestra capacidad de producción interna en una tercera parte. Alguien podría decir que lo único que no han tocado es la plantilla, incluso esta ha disminuido mediante el control de hacienda y el "salvoconducto" de último convenio colectivo para amortizar puestos de trabajo.

Venga quien venga, si es que viene alguien nuevo, encontrara este panorama, y ¡algo tendrá que hacer! Lo más grave es que la anestesia a la que nos sometemos voluntariamente nos impida al menos tomar consciencia de la situación. Hay dos soluciones o reflotan las pérdidas o igualamos a la baja lo único que apenas se ha tocado, la plantilla. Y no deberíamos esperar un cambio de tendencia en las formulas, aplicadas en el país, al despido durante los últimos años

La esencia de existir de RTVE es su servicio público, estipulado por ley, donde se nos encomienda una serie de tareas por Mandado-Marco, pues bien este finaliza el año que viene. Pero lo peor es que mucha gente, ciudadanos, se preguntaran de qué sirve RTVE si no tiene audiencia, si nadie se cree lo que dice, si no produce lo que se le encomienda ni en cantidad ni en calidad, si no cumple con las demandas del contrato que sostiene con la ciudadanía. Pues bien, habrá que decirles que está RTVE, cuando los poderes políticos han querido, ha sido líder de audiencia, ha ostentado la mayores cuotas de credibilidad posibles, fuera y dentro de España. Cuando nuestra dirección ha apostado por la producción hemos hecho mucho y bueno. Nuestros profesionales han demostrado ser de los mejores a nivel internacional, y se han implicado en producir más y mejor. Por todo ello, habría que decir si se quiere, RTVE puede ser el servicio público que demanda la sociedad.

Alguien tiene que dar un primer paso para reivindicar una RTVE de verdadero servicio público, con una programación acorde a su razón de ser, con producción, con audiencia y sobre todo con credibilidad, y debemos ser los trabajadores y trabajadoras de una empresa que ha sido y debe ser referente.


martes, 8 de abril de 2014

PRODUCCIÓN INTERNA

Los trabajadores de CRTVE viene teniendo  como una de sus líneas de acción sindical principales el mantenimiento, consolidación y fomento de la producción interna. CRTVE tiene la necesidad de una producción propia interna que asegure parámetros de independencia, pluralidad y línea editorial. Es el único sistema de producción que asegura la realización de distintos programas de servicio público, dentro de las encomiendas que nos marca la ley, y con la calidad exigible por la ciudadanía. En un momento de crisis económica, como el actual la producción interna es la que menos costes añadidos genera, que permite una sostenibilidad financiera y estabilidad empresarial, así como el mantenimiento de los puestos de trabajo en unas condiciones dignas.

Me gustaría dejar claro que la producción propia no es lo mismo que la producción interna. Y es por ello que puede darse el caso que la gran mayoría de los programas emitidos por los distintos canales de CRTVE sean producción propia, pero hayan sido producidos fuera.

Nuestro objetivo ha sido conseguir un ámbito de discusión con la dirección de la empresa sobre producción. Así en el primer Convenio Colectivo de CRTVE se incluyeron varios artículos que regulan la llamada Comisión de Producción Interna, y que comenzó a funcionar en febrero de 2012.

Si para algo ha servido la comisión de producción es para tener la certeza de que falta un proyecto y un plan de trabajo en CRTVE.

En RTVE se realiza una gestión donde cada uno tira por su lado, muy pendientes del día a día, utilizando el método de prueba y error, donde no se consolidan equipos, ni se atiende al mérito y la capacidad para dirigir nuestra empresa y nuestros programas.

Dicha comisión lleva 2 años trabajando, veintitantas reuniones, con la sensación de haber conseguido escasos resultados, tan solo pequeños acuerdos sobre reglamento de funcionamiento, las cuestionadas definiciones sobre tipos de producción, y recientemente un documento sobre criterios de elaboración de informes de producción.

Bien es cierto que se han tratado los siguientes temas; reglamento, definiciones de tipos de producciones, tasas, ocupación de recursos, funcionamiento del SGPP, programación y producción en los distintos canales, patrocinios, modificaciones de la producción en verano y navidad, cambios de programación de la tarde, deportes y retransmisiones, gestión de derechos, programación de La 2, obras en Prado del Rey y Buñuel, programación de R5, normativa de compras, elaboración de criterios generales de elaboración de informes. Se han realizado monográficos sobre producción en IRTVE y RNE. Y se esta a punto de emitir un informe sobre el grado de cumplimiento del Mandato Marco en el año 2012.

Dentro de una situación financiera complicada, de un mercado desregulado y en crisis. Cada día nos lo ponen más difícil a los trabajadores. Los cambios de dirección, los cambios de criterio, la mala gestión, y como siempre, los que gestionan quieren que paguemos nosotros, y así nos presentaron y firmaron el convenio de la desregulación para invertir en producción ¿Qué producción? ¿Quién la hará? ¿Con qué resultados de audiencia? No dicen nada, los de siempre, y los antecedentes de audiencia en muchos casos no son nada buenos.

Con un presupuesto de 28,5 MM de euros “sacrificados” de los derechos de los trabajadores, más otros tantos que se sacaran de otras partidas ¿Cuántos programas podríamos hacer? Muchossssssssssssssssss.

Si se quiere ahorrar a nosotros se nos ocurren muchos sitios donde hacerlo, y mucho más dinero del que plantean, y seguramente con mejores resultados de audiencia. La respuesta es fácil,

MÁS PRODUCCIÓN INTERNA = MENOR GASTO

105 millones de déficit en el 2012 y 113 MM más en 2013, y los niveles de audiencia más bajos de la historia. Estamos más cerca de La Sexta que de Telecinco y Antena3 ¿Qué pasara en el 2014?

martes, 31 de diciembre de 2013

Se acaba el 2012 más uno.

Por fin se acaba el año 2013. Un año trufado de injusticia en forma de recortes, de pérdida de derechos, de socializar las pérdidas de los bancos, de acentuación de las desigualdades, de maltratar las libertades duramente conquistadas en nuestra aún incipiente democracia.

En RTVE también hemos recibido nuestra dosis de “neoliberalina”, medicina administrada con soltura y generosidad por nuestro gobierno popular, no porque sea respaldado por el pueblo sino por las siglas que se atribuyen. Ciertamente, no nos hemos llevado el paquete mayor de comprimidos de esta popular medicina, ni de vaselina por los escozores que produce. Pero me llena de incomodidad la forma de administración, que en medicina dicen es el todo, y la naturalidad con que hemos encajado la dosis. Y no se puede decir que el paciente no se resistiese en un primer momento, pero el médico y familiares insistieron hasta acongojarnos, que temimos que este catarro fuese ya gripe aviar. Así fue nuestra respuesta, como “pollos sin cabeza”. El médico ha tomado buena nota, y ya veremos cómo aplica las nuevas dosis, incluso sin esperar los plazos de aplicación. Se barajan nuevas fórmulas de administración, subcutáneas, cutáneas, anales e intravenosas ¿Quién dijo que era peor el remedio que la enfermedad?  En este caso qué razón tenía.

No quiero dejar pasar esta oportunidad para despedir el año 2013 como se merece, con una contundente patada en el trasero de la agenda de recortes sin tiento de nuestro gobierno anti-sistema (democrático), anti-ciudadanos y anti-cuado. Si quiero desearnos un poco menos de resignación, de indiferencia, de autocomplacencia y de insolidaridad.


Si podemos, claro que podemos.

domingo, 24 de noviembre de 2013

¿Quién pierde en RTVE?

Sin esfuerzo nadie gana, ni los que SI creen en el preacuerdo con la dirección, ni los que NO se conforman con esto.

Los primeros que pierden son los trabajadores, sus derechos, los segundos, sus representantes ante sus representados. ¿Quién gana? La dirección ¿Quién pierde? La empresa, y finalmente los ciudadanos.
El mito de la unanimidad, de la unidad es una utopía de las relaciones humanas. Ante la diversidad de pensamiento las sociedades modernas se han dotado de sistemas democráticos que impulsan las propuestas que reciben el apoyo de una mayoría más o menos amplía. Estos sistemas se organizan sobre un mecanismo de representación, que en ningún caso debería estar por encima de sus representados, los ciudadanos.
En las empresas, para sus trabajadores, sucede algo similar con una pequeña diferencia, existe otra parte, la dirección que lo condiciona todo.

Pero cuando un abogado defiende a su cliente tendrá que asumir sus objetivos, por lo menos intentar acercarse lo más posible con su trabajo y dedicación, este es el caso de los sindicatos dentro de una empresa. Y no se trata de unidad de acción, ni de criterio en la negociación, sino de unidad para entender  lo que demandan los trabajadores, e intentar llevarlo a cabo, al menos intentarlo.


Por ello, no se trata de poner propuestas encima de la mesa, una detrás de otra, al peso. Unas muy creativas, otras modificando lo propuesto, otras readaptando lo modificado. Se trata de intentar poner los puntos comunes encima de la mesa y luego defenderlos, de verdad con los trabajadores detrás. Si se ha intentado, de verdad, se puede fracasar pero no hay reproches. Si no la dirección asistirá satisfecha al principio de un cambio en las relaciones laborales que solo beneficia a una de las partes, que solo entiende estas relaciones desde la imposición.

miércoles, 23 de octubre de 2013

NO me resigno con un SI

Votamos con miedo, con resignación, con comodidad, SI.
Votamos con compromiso, con valentía, con fuerza, No.

Hoy los trabajadores de CRTVE votan en referéndum el II Convenio Colectivo de nuestra empresa. Hoy se decide si aceptamos recortes salariales estructurales, injustos e insolidarios, la pérdida de derechos conseguidos históricamente, y la aceptación de la irrupción en tromba de la última reforma laboral en nuestro convenio colectivo. También votamos la pérdida de la democracia en la elección de los representantes del plan de pensiones, y en el sistema de elaboración de la plataforma de convenio.

Y ¿Por qué lo hacemos? Porque nos han prometido una garantía laboral, no escrita, un plan de producción sin producción, ni recursos, ni dinero, por alguien que no puede garantizar o prometer nada. Y sobre todo porque una mayoría sindical, sin fuerza, sin lucha, sin razón ha preacordado dicho convenio.

La lucha entre el bien y el mal, entre la valentía y la resignación, entre el compromiso y la comodidad esta servida. Puede sonar maniqueo pero es la eterna canción.

¿Se ganaron los derechos laborales, el estado del bienestar con sus servicios públicos sin dar batalla, sin plantarse ante los desmanes? Yo creo que NO.

¿Podemos ganar la igualdad, la solidaridad, la justicia social sin movernos? Yo creo que NO

Por ello yo he votado. NO me resigno. A algunos les puede parecer poca cosa la que cedemos pero si es a cambio de nada se convierte en mucho, y si miramos a los mas débiles en mucho más.

En todo caso la decisión la tenemos todas las personas que trabajamos en CRTVE con nuestro voto.

Si sale "No" debemos esperar el compromiso de todos para recomenzar la negociación y la lucha, si triunfa el "Si" pues ya sabemos lo que toca recortes sin garantías y a esperar lo siguiente.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Falsa responsabilidad social corporativa en CRTVE "una cortina de humo"

En un alarde de la dirección por vender buena gestión confunden la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) con el cumplimiento de servicio público y las buenas prácticas de gestión en una empresa pública.

La responsabilidad social corporativa (RSC) también llamada responsabilidad social empresarial (RSE), puede definirse como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva y valorativa y su valor añadido. El sistema de evaluación de desempeño conjunto de la organización en estas áreas es conocido como el triple resultado.  Por tanto la RSC empieza por los trabajadores propios y se extiende al resto de la sociedad, en el caso de una empresa estatal.


En la intranet (medio de comunicación interno), dentro del apartado de RSC, se habla de Convenio Colectivo, que se incumple, de Plan de Igualdad, bloqueado, se crean (gracias a la buena voluntad de los trabajadores) aplicaciones de intercambio de libros, mientras se retiran las ayudas a libros, a guarderías, a campamentos, a dependientes, etc. Es decir, a los trabajadores se les cercenan todos los derechos sociales afianzados en convenio colectivo y detraídos de la masa salarial (0.76%) en el programa de recortes negociado e impuesto con la estrategia del miedo a la mayoría sindical y que pagaran todos los trabajadores. Existe una excepción, la parte que se destina a ASISA (se paga una parte con la mitad de este fondo) que no se suprimirá por más que muchos defendamos un sistema público y universal de salud, pero esta parte tocarla parece que tiene complicaciones externas, con amigos a los que no se puede decepcionar.


Siendo esto malo, lo peor es que en un periodo de críticas continuas a la credibilidad informativa de CRTVE, de pérdida creciente de audiencia se pongan en marcha varios proyectos de más que dudoso "contenido solidario". Entre Todos y Piensa en Positivo, producidos en parte o en todo por sendas productoras externas, son proyectos que siempre deberíamos hacer tal y como marcan las encomiendas de servicio público recogidas en la ley. De la noche a la mañana, parece que alguien quiere centrar el servicio público de CRTVE en estos programas y en los magazines de actualidad, en "rabioso"  directo, para camuflar la pérdida insoportable de independencia, pluralidad y objetividad que chorrea en los informativos de TVE y RNE.

Pero aún hay cosas peores, mientras se ponen en marcha estos programas CRTVE sigue sin cumplir la ley y la Constitución al seguir negándose a incluir espacios específicos como marca la ley sobre el derecho de acceso de grupos sociales representativos. En concreto la ley 8/2009 de financiación de CRTVE define 12 horas semanales distribuidos por los distintos canales de CRTVE para ello, en horario no residual.



Qué nadie se confunda el servicio público empieza por una información objetiva y veraz a la ciudadanía que permita una convivencia democrática en libertad.